Ursua herido!

Seguimos acercándose al cumplimiento de mis suenos y el tiempo tenemos que luchar con esos Indias estúpidos. Se esconden por todas las partes de la selva, aparecen de no sé dónde y nos atacan. Todavía no he descubierto que arma usan. Las personas, a las que encontramos ya matadas, tienen en su cuerpo algo que parece a una pluma de algún pájaro. Pero, por Dios... una pluma no es capaz de matar a un hombre! Quizá sus dioses les ayuden a matarnos y creen algunos pájaros especiales para que nos maten. Pero los dioses deberían de saber que yo soy la persona más adecuada para cuidar todas las riquezas de esa tierra. En la consecuencia de eso somos ya solo 25 personas. Eso no es bueno pero por otro lado voy a tener más riquezas para mí, porque ya no hay tanta gente. Seré más rico. Pero lo primero que tenemos que hacer es descubrir el dorado. Y mirad amigos que desgracia.. Ahora no puedo pensar en la elección del camino que nos pueda llevar a mi oro porque nos falta la alimentación. Tenemos que buscar algo que podamos comer en la selva. Eso es dificil porque no sabemos cuáles plantas son comestibles y cuáles no. Pues cuando buscabamos a algo encontramos esas frutas de piel verde y amarillo que crecen en arboles. Se llaman plátanos y son muy saborosos.
Pero ahora algo sobre el progreso de nuestro viaje. Hemos construido una balsa grande para que podamos navegar por el río porque fue imposible seguir yendo por la ribera. Cuando construimos la balsa empezó una pelea, un escandalo grande porque Ursua no sabía nada sobre eso. Es que yo había mandado construir la balsa. Ursua estaba furioso (pienso que por eso, que eso no fue su idea) y nos gritaba a todos. Decía que solo él era jefe de nuestro grupo y que yo no podía hacer a otros trabajar sin decirle nada. Ya no recordaba que yo era el numero dos (numero dos... jo.er) y también podía decidir de lo que pasaba. Sin pensar cogí mi pistola y le herrí. Pero desgraciadamente no le maté. Dijo que continuaramos nuestra travesía por la selva. La gente afortunadamente decidió que no querría obedecerle y embarcamos! La novia de Ursua va con nosotros y cuando navegabamos por el río cuidaba a él. Yo debería ser el jefe ahora! Tengo que pensar en un nuevo plan de hacerle desaparecer. Quizá pueda echarle al río... está herido no podría nevar y se ahogaría. Estoy más y más cerca de tomar el poder y tener mis riquezas! Eso es evidentemente por eso que yo soy un jefe mejor que Ursua.


Autor: Kasia y Maria